ouuuch
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El pasado domingo 26 de setiembre y en el marco de los festejos del “Día del Patrimonio” y los 176 años de la Villa del Cerro, el Centro Comunal Zonal 17 ideó como parte de los mismos una carrera de MTB en el Cerro de Montevideo. Carrera que tuvo en la parte de la organización a la gente de Bicicletas Juan Ikatch y ChipsAdventure en una reciente asociación , que ha resultado beneficiosa para los bikers -especialmente los de la zona oeste- porque de esa colaboración surgieron salidas primero y esta competencia después.
El circuito que fue diseñado por dos “baqueanos” de la zona como son el “loco” Juan y Sandro Sessca resultó duro - las carreras en el cerro siempre lo son y muchos de nosotros sabemos las dificultades que presenta andar en chiva en el cerro - pero entretenido y bien balanceado y la sucesión de tramos rápidos, con otros no tanto y con otros más lentos se iban intercalando dándole a los bikers unos segundos para respirar y “recomponerse” antes de seguir subiendo o bien dejarse “caer” por la ladera del cerro.
Electro de fuerza dije?... tal vez me quedo corto, fueron dos horas aproximadas con el pulsómetro marcando 165, 178, 180 y hasta 186 ppm, como el pico alcanzado por el corazón de este MasterB en el “vertical” tramo que había que “escalar” para llegar hasta la piedra y poder girar a la derecha tomando el sendero de siempre, ese con un pronunciado escalón en la piedra, e iniciar nuevamente el descenso.
Pero para llegar hasta ahí, era necesario partiendo de la largada ir y volver por la doble vía esa que corta la ladera del cerro, iniciar la trepada que no se hacía de una y siempre subiendo, sino que en forma progresiva, se escalaba un tramo, girabas a la derecha, un sector bastante pedaleable, girabas a la izquierda otra subida, volvías a doblar a la derecha para aprovechar un respiro casi en bajada, izq. nuevamente para iniciar el primer tramo de los tres más exigentes que componían la llegada a la fortaleza, derecha nuevamente para encontrar “un respiro”, vuelta a la izq. , uffff!!! Se… gun… dooo tramo uffff!!! exigente, aguantar unos metros, derecha ahora, izq. después y el último sector empinado para llegar arriba, ahhhh!!! Llegué!!!.
Tomo aire y sigo!!!.
Una vez arriba circulabas “a contra flecha” del tránsito por el lado de adentro de la calle tratando de recomponerte para iniciar el descenso, que aunque en bajada era bastante -por lo menos para mí – difícil, por lo pronunciado, porque aunque aplicaras los frenos bajabas igual con la rueda bloqueada, por un tramo con barro que pasabas a velocidad con el riesgo de perder el contro y arrancar “pa' las chilchas” y porque llegando al final se debía doblar a la izq. casi a 90° sin mucho margen de error porque lo hacías al borde de la canaleta de hormigón que hay por allí y que no perdona “llantazos”.
Un tramo pedaleable, giro a la izq. con una subida corta y empinada, giro a la derecha unos metros para volver a girar a la izq. pasando alrededor de la caramañola de Ouuuch que ahí estaba estratégicamente ubicado, para iniciar la “madre de todas las subidas” 50 o 60 mts. Realmente en “vertical” y es ahí donde estamos a 186 ppm.
Luego de superado esto, giro a la derecha para volver al circuito tradicional (con alguna variante muy pequeña) que solemos hacer cuando vamos a “chivear” al cerro, tramos rápidos en bajada, otro repecho que exige plato chico, vuelta a agarrar velocidad en una de las partes más divertidas y “ondulantes” del recorrido, se cruzada la doble vía, se bordeaba el monte previo unos metros por entre los árboles, una sucesión de giros a izq. y derecha con tramos en subida y bajada, se salía a la calle principal del parque, un par de cortados, el tobogán y la galería (con mucho barro), a toda velocidad rumbo a la costanera, mas barro y a iniciar el regreso hacia la largada, siempre subiendo, pasabas por detrás de los edificios, girabas a la izq. un pequeño repecho y sorpresa!!! , te encontrabas de golpe con el arco de llegada y la gente allí apostada. Y fin de la primera vuelta.
Hablando de las vueltas, de las cuatro de carrera más una previa de reconocimiento, la única que hice completa sobre la bici, fue la primera de carrera, viendo el esfuerzo que me significaba “la madre de todas” veinte metros antes de que la cosa se pusiera peliaguda me bajaba y caminaba hasta arriba, así fue en la 2da. 3Era. y 4ta. vuelta, además en esta última también tuve que caminar el tramo final para llegar arriba porque ya no me respondían las piernas.
En la jerga futbolística dicen que un gol en el último minuto del primer tiempo quiebra sicológicamente al equipo que lo recibe, bueno, yo recibí no uno sino dos goles pero logré sobreponerme pese a todo.
El primero fue cuando en la mitad de la segunda vuelta, me pasó GTrías, puntero de la general, lo parió!!!, vuelta y media y ya me estaba sacando una de ventaja.
El segundo gol a falta de medio minuto pa’ terminar el primer tiempo lo sufrí cuando antes de la mitad de la cuarta vuelta, me pasó… GTrías otra ve
z!!!, de no creer, como si fuera en moto este cristiano pasaba y seguía de largo, en cuatro vueltas me sacó dos de ventaja, como para no desconcentrarse!!!.
Como aquella vez que salí último, como en la otra que salí en la mitad de la tabla, el resultado de ahora queda para la anécdota. Que el trofeo va a estar en algún lugar visible de la casa, sin dudas!!!, pero no para celebrar mi “éxito” deportivo, sino como un recordatorio de que si se puede!!! y que a pesar de lo difícil que parecía lo que se venía, valía la pena intentarlo.
Y también va a estar a la vista, pa’ que cuando vuelva de otra carrera y el Santi grite… viejaaaaa, llegó el penúltimo!!! Pueda señalarle el premio y decirle sssshhhh!!! más respeto gurisito.
Salú’ la barra!!!
JOB
El circuito que fue diseñado por dos “baqueanos” de la zona como son el “loco” Juan y Sandro Sessca resultó duro - las carreras en el cerro siempre lo son y muchos de nosotros sabemos las dificultades que presenta andar en chiva en el cerro - pero entretenido y bien balanceado y la sucesión de tramos rápidos, con otros no tanto y con otros más lentos se iban intercalando dándole a los bikers unos segundos para respirar y “recomponerse” antes de seguir subiendo o bien dejarse “caer” por la ladera del cerro.
Electro de fuerza dije?... tal vez me quedo corto, fueron dos horas aproximadas con el pulsómetro marcando 165, 178, 180 y hasta 186 ppm, como el pico alcanzado por el corazón de este MasterB en el “vertical” tramo que había que “escalar” para llegar hasta la piedra y poder girar a la derecha tomando el sendero de siempre, ese con un pronunciado escalón en la piedra, e iniciar nuevamente el descenso.
Pero para llegar hasta ahí, era necesario partiendo de la largada ir y volver por la doble vía esa que corta la ladera del cerro, iniciar la trepada que no se hacía de una y siempre subiendo, sino que en forma progresiva, se escalaba un tramo, girabas a la derecha, un sector bastante pedaleable, girabas a la izquierda otra subida, volvías a doblar a la derecha para aprovechar un respiro casi en bajada, izq. nuevamente para iniciar el primer tramo de los tres más exigentes que componían la llegada a la fortaleza, derecha nuevamente para encontrar “un respiro”, vuelta a la izq. , uffff!!! Se… gun… dooo tramo uffff!!! exigente, aguantar unos metros, derecha ahora, izq. después y el último sector empinado para llegar arriba, ahhhh!!! Llegué!!!.
Tomo aire y sigo!!!.
Una vez arriba circulabas “a contra flecha” del tránsito por el lado de adentro de la calle tratando de recomponerte para iniciar el descenso, que aunque en bajada era bastante -por lo menos para mí – difícil, por lo pronunciado, porque aunque aplicaras los frenos bajabas igual con la rueda bloqueada, por un tramo con barro que pasabas a velocidad con el riesgo de perder el contro y arrancar “pa' las chilchas” y porque llegando al final se debía doblar a la izq. casi a 90° sin mucho margen de error porque lo hacías al borde de la canaleta de hormigón que hay por allí y que no perdona “llantazos”.
Un tramo pedaleable, giro a la izq. con una subida corta y empinada, giro a la derecha unos metros para volver a girar a la izq. pasando alrededor de la caramañola de Ouuuch que ahí estaba estratégicamente ubicado, para iniciar la “madre de todas las subidas” 50 o 60 mts. Realmente en “vertical” y es ahí donde estamos a 186 ppm.
Luego de superado esto, giro a la derecha para volver al circuito tradicional (con alguna variante muy pequeña) que solemos hacer cuando vamos a “chivear” al cerro, tramos rápidos en bajada, otro repecho que exige plato chico, vuelta a agarrar velocidad en una de las partes más divertidas y “ondulantes” del recorrido, se cruzada la doble vía, se bordeaba el monte previo unos metros por entre los árboles, una sucesión de giros a izq. y derecha con tramos en subida y bajada, se salía a la calle principal del parque, un par de cortados, el tobogán y la galería (con mucho barro), a toda velocidad rumbo a la costanera, mas barro y a iniciar el regreso hacia la largada, siempre subiendo, pasabas por detrás de los edificios, girabas a la izq. un pequeño repecho y sorpresa!!! , te encontrabas de golpe con el arco de llegada y la gente allí apostada. Y fin de la primera vuelta.
Hablando de las vueltas, de las cuatro de carrera más una previa de reconocimiento, la única que hice completa sobre la bici, fue la primera de carrera, viendo el esfuerzo que me significaba “la madre de todas” veinte metros antes de que la cosa se pusiera peliaguda me bajaba y caminaba hasta arriba, así fue en la 2da. 3Era. y 4ta. vuelta, además en esta última también tuve que caminar el tramo final para llegar arriba porque ya no me respondían las piernas.
En la jerga futbolística dicen que un gol en el último minuto del primer tiempo quiebra sicológicamente al equipo que lo recibe, bueno, yo recibí no uno sino dos goles pero logré sobreponerme pese a todo.
El primero fue cuando en la mitad de la segunda vuelta, me pasó GTrías, puntero de la general, lo parió!!!, vuelta y media y ya me estaba sacando una de ventaja.
El segundo gol a falta de medio minuto pa’ terminar el primer tiempo lo sufrí cuando antes de la mitad de la cuarta vuelta, me pasó… GTrías otra ve
z!!!, de no creer, como si fuera en moto este cristiano pasaba y seguía de largo, en cuatro vueltas me sacó dos de ventaja, como para no desconcentrarse!!!.Como aquella vez que salí último, como en la otra que salí en la mitad de la tabla, el resultado de ahora queda para la anécdota. Que el trofeo va a estar en algún lugar visible de la casa, sin dudas!!!, pero no para celebrar mi “éxito” deportivo, sino como un recordatorio de que si se puede!!! y que a pesar de lo difícil que parecía lo que se venía, valía la pena intentarlo.
Y también va a estar a la vista, pa’ que cuando vuelva de otra carrera y el Santi grite… viejaaaaa, llegó el penúltimo!!! Pueda señalarle el premio y decirle sssshhhh!!! más respeto gurisito.
Salú’ la barra!!!
JOB