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- 30 Dic 2013
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Buenas hoy vengo a brindar mi primer aporte a éste foro. Pido disculpas de antemano por lo extenso del relato y que a veces pierda conexión con la indumentaria, pero me gusta escribir che!
Resulta que el Jueves pasado a eso de las 15.30 venía de hacer unos kilómetros en la bicicleta (no tengo computadora, pero al rededor de 60km). Iba por la rambla a la altura del puerto hacia el Este (odio andar por ahí pero esta vez no hice caso a mi consciencia). Ya estaba cansado y estaba yendo rápido para llegar cuanto antes a casa, observo a 20 metros una vía del tren que cruzaba oblicua a la calle, mi consciencia me dijo: "Pará te vas a hacer moco" pero también me dijo: "Si parás te lleva puesto un camión expreso". Reduzco la velocidad pero no lo suficiente, se me traba la rueda en la vía, la bicicleta queda trancada y yo salgo despedido un par de metros, a lo único que atine fue a agachar la cabeza y a amortiguar el golpe con las manos, me di la frente contra el piso (que estaba protegido por el casco) y mis guantes me salvaron de unos buenos raspones en las manos.
Por suerte un camionero que venía atrás predijo sabiamente que me iba a hacer pelota y frenó, se bajó del camión, me preguntó si estaba bien a lo que le respondí: "Me di de casco contra el piso, por suerte estoy bien", el hombre me dio un abrazo moderado me estiró la mano y sagazmente me dijo: "Por suerte no agarraste a uno (camión) embalado si no te llevaban puesto...con las vías tenés que tener mucho cuidado".
Del incidente me llevé la alegría de encontrarme con un conciudadano de novela; la satisfacción de haber confirmado que mi humilde Prowell te puede sacar de un mal momento (se llevó unos raspones y del golpe se le desprendió un poco del material exterior); los mismo de mi guantes que sólo sufrieron alguna deshilachada; 1 raspón en la pera y un golpe que supongo fue provocado por el impacto del piso contra el casco y luego contra mi frente (que si hubiera sido contra el piso directo....); también me llevé un golpe en el hombro y algún que otro en las piernas.
En definitiva el casco me ahorró flor de julepe, los guantes me protegieron de feos raspones y el buen camionero me evitó un mal mayor no sólo al no pisarme si no al bloquear que otros camioneros pasaran por encima mío, realmente con gente atenta da gusto comerse una vía del tren como buen amateur que soy. Definitivamente comprobé mis disgustos con la rambla portuaria, recomiendo evitar pasar por ahí, yo ya estaba mentalizado en una buena ducha y en una buena bebida espirituosa, me dije a mi mismo: "ya pasé por todo el oeste montevideano sin ningún conflicto con los cariñosos de lo ajeno, ¿qué me va a pasar en el puerto?" Finalmente tuve una revancha con otra vía del tren un poco más adelante, frené... no podía errarle dos veces, cuando estaba por tocar el primer hueco donde van lo fierros levanté levemente la rueda delantera y listo (no creo que sea la mejor técnica pero fue lo que se me ocurrió para no pasar otro papelón).
A usar casco o a reventar, haciendo ejercicio o paseando con la patrona por la rambla, si tiene hijos póngale uno aunque todavía ande con rueditas, los guantes también son útiles y si tiene sentido común para evitar problemas mucho mejor (a mi me falló).
PD: un amigo tiene un casco de espuma plast bien berreta que se ata debajo de la pera manualmente, no protege nada y encima lo lleva suelto ya que no es posible ajustarlo bien. Yo siempre le digo comprate uno bien o pedime prestado el mío... ahora anda de biciturismo y no tiene el elemento fundamental de seguridad que es un caso como la gente. No importa cuan cabeza dura que seas, si te la das contra algo sin protección...
Resulta que el Jueves pasado a eso de las 15.30 venía de hacer unos kilómetros en la bicicleta (no tengo computadora, pero al rededor de 60km). Iba por la rambla a la altura del puerto hacia el Este (odio andar por ahí pero esta vez no hice caso a mi consciencia). Ya estaba cansado y estaba yendo rápido para llegar cuanto antes a casa, observo a 20 metros una vía del tren que cruzaba oblicua a la calle, mi consciencia me dijo: "Pará te vas a hacer moco" pero también me dijo: "Si parás te lleva puesto un camión expreso". Reduzco la velocidad pero no lo suficiente, se me traba la rueda en la vía, la bicicleta queda trancada y yo salgo despedido un par de metros, a lo único que atine fue a agachar la cabeza y a amortiguar el golpe con las manos, me di la frente contra el piso (que estaba protegido por el casco) y mis guantes me salvaron de unos buenos raspones en las manos.
Por suerte un camionero que venía atrás predijo sabiamente que me iba a hacer pelota y frenó, se bajó del camión, me preguntó si estaba bien a lo que le respondí: "Me di de casco contra el piso, por suerte estoy bien", el hombre me dio un abrazo moderado me estiró la mano y sagazmente me dijo: "Por suerte no agarraste a uno (camión) embalado si no te llevaban puesto...con las vías tenés que tener mucho cuidado".
Del incidente me llevé la alegría de encontrarme con un conciudadano de novela; la satisfacción de haber confirmado que mi humilde Prowell te puede sacar de un mal momento (se llevó unos raspones y del golpe se le desprendió un poco del material exterior); los mismo de mi guantes que sólo sufrieron alguna deshilachada; 1 raspón en la pera y un golpe que supongo fue provocado por el impacto del piso contra el casco y luego contra mi frente (que si hubiera sido contra el piso directo....); también me llevé un golpe en el hombro y algún que otro en las piernas.
En definitiva el casco me ahorró flor de julepe, los guantes me protegieron de feos raspones y el buen camionero me evitó un mal mayor no sólo al no pisarme si no al bloquear que otros camioneros pasaran por encima mío, realmente con gente atenta da gusto comerse una vía del tren como buen amateur que soy. Definitivamente comprobé mis disgustos con la rambla portuaria, recomiendo evitar pasar por ahí, yo ya estaba mentalizado en una buena ducha y en una buena bebida espirituosa, me dije a mi mismo: "ya pasé por todo el oeste montevideano sin ningún conflicto con los cariñosos de lo ajeno, ¿qué me va a pasar en el puerto?" Finalmente tuve una revancha con otra vía del tren un poco más adelante, frené... no podía errarle dos veces, cuando estaba por tocar el primer hueco donde van lo fierros levanté levemente la rueda delantera y listo (no creo que sea la mejor técnica pero fue lo que se me ocurrió para no pasar otro papelón).
A usar casco o a reventar, haciendo ejercicio o paseando con la patrona por la rambla, si tiene hijos póngale uno aunque todavía ande con rueditas, los guantes también son útiles y si tiene sentido común para evitar problemas mucho mejor (a mi me falló).
PD: un amigo tiene un casco de espuma plast bien berreta que se ata debajo de la pera manualmente, no protege nada y encima lo lleva suelto ya que no es posible ajustarlo bien. Yo siempre le digo comprate uno bien o pedime prestado el mío... ahora anda de biciturismo y no tiene el elemento fundamental de seguridad que es un caso como la gente. No importa cuan cabeza dura que seas, si te la das contra algo sin protección...
